
Aunque la obra, en un principio, debía haberse retirado este mes, el Departamento de Parques de la ciudad de Nueva York decidió ampliar hasta marzo de 2008 el período de exhibición de la obra "debido el entusiasmo del público", informó la Fundación Orensanz.
El grupo de 10 esculturas verticales en forma de tótem es una invitación a cuestionar los conceptos utópicos de la naturaleza y plantea una visión crítica de sus limitaciones.
El título de la obra, lo tomó Orensanz de un clásico del pintor naif francés Henri Rousseau y con ella el artista español trata de advertir al público sobre el calentamiento global y la fragilidad de la naturaleza.
La colocación de la obra en la Plaza Dag Hammarskjold en la isla de Manhattan, próxima a la sede de la ONU, fue a petición del Consejo Mundial de los Pueblos de las Naciones Unidas, una organización humanitaria de Nueva York.
Su instalación inicial coincidió con los debates de Naciones Unidas sobre el cambio climático.
El grupo de 10 esculturas verticales en forma de tótem es una invitación a cuestionar los conceptos utópicos de la naturaleza y plantea una visión crítica de sus limitaciones.
El título de la obra, lo tomó Orensanz de un clásico del pintor naif francés Henri Rousseau y con ella el artista español trata de advertir al público sobre el calentamiento global y la fragilidad de la naturaleza.
La colocación de la obra en la Plaza Dag Hammarskjold en la isla de Manhattan, próxima a la sede de la ONU, fue a petición del Consejo Mundial de los Pueblos de las Naciones Unidas, una organización humanitaria de Nueva York.
Su instalación inicial coincidió con los debates de Naciones Unidas sobre el cambio climático.
Fuente: EFE
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